martes, 15 de noviembre de 2016

El Gran Norte (2): Un Ikea y dos Nocheviejas

Supongo que a más de un lector, la idea de pasar un sábado en Ikea le debe provocar un ataque de ansiedad y la irrefrenable necesidad de huir. A mí mismo, pese a mi pasión por todo aquello que sea sueco, se me hiela la sangre cuando mi mujer me dice resignada: "Este sábado, me temo que tendremos que pasar por Ikea". Riadas de gente, niños que corren por entre las mesas "Bjursta" y las camas "Sultan", matrimonios discutiendo si es mejor un sofá "Ektorp" o un "Beddinge", ...

Pero qué tienen que ver con un lugar remoto y aislado unos almacenes Ikea llenos de gente? Quizá para vosotros, la tienda de muebles sueca es una pesadilla, pero hay quien lo considera el mejor de los destinos!


En el extremo norte del golfo de Botnia, en el mar Báltico, la península escandinava se une al continente europeo. La frontera entre Escandinavia (Suecia) y el continente (Finlandia) la marca el río Torne que, desde la costa, serpentea directo hacia el norte, hasta los alrededores de Kiruna (véase el primer post de la serie). En el mismo punto donde el río Torne desemboca en el Báltico, hay una ciudad; bueno, en realidad son dos ciudades; no, va, dejémoslo en sólo una. La población de la orilla este del río se llama ... Tornio (viva la originalidad!) y pertenece a Finlandia. La población de la orilla oeste pertenece a Suecia y se llama Haparanda (los suecos sí son creativos!).


Os comentaba el hecho de si era una o dos ciudades porque inicialmente se trataba de un solo núcleo de población. Durante muchos siglos, Finlandia formaba parte del reino de Suecia y la ciudad de Tornio (en finlandés) o Torneå (en sueco) era una próspera ciudad, capital de todo el comercio con la Laponia. Incluso, hay algunos historiadores que afirman que, durante el siglo XVII, fue la ciudad más rica de Suecia, a pesar de sus escasos medio millar de habitantes. 


La derrota de Suecia en la guerra contra Rusia, en 1808, provocó que Finlandia pasase a manos de los rusos. Y por expreso deseo del Zar Alejandro I, Tornio quedó dentro del Imperio Ruso. Pero como la frontera se estableció en el río Torne, una pequeña parte de la ciudad quedó en el lado sueco. Y estos bautizaron las pocas casas que quedaron en sus manos, con el nombre de Haparanda.

La desidia rusa hizo que la antaño próspera Tornio cayera en la decadencia más absoluta; y la Haparanda vecina era demasiado pequeña como, por sí sola, poder prosperar. Con la independencia finlandesa de 1917, la situación no mejoró mucho, y no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que la economía de Tornio mejoró, especialmente gracias a la fama de la cerveza local, la Lapin Kulta.
 


Pero no nos engañemos, entrado el siglo XXI, las dos poblaciones hermanas no ofrecían muchas posibilidades a los jóvenes. Mucha gente emigraba hacia el sur, tanto de Suecia como de Finlandia, a estudiar o en busca de un trabajo mejor. Y este despoblamiento no sólo ocurría en la ciudad; todo el entorno se iba despoblando. 


A principios de los años 2000, el alcalde de Haparanda, Sven-Erik Butch, tuvo una idea. Podía parecer una idea loca para todos aquellos que viven lejos del Círculo Polar Ártico, pero para él, tenía todo el sentido. El alcalde logró contactar con Ingvar Kamprad, el propietario de Ikea, y sólo le pidió una cosa: "Coge un mapa de los países nórdicos, y ponlo boca abajo" le dijo Sven-Erik. De este modo, Kamprad se dio cuenta que, en esa zona, había una gran cantidad de población, repartida en cuatro países (Suecia, Finlandia, Noruega y Rusia), que no tenían acceso a ningún establecimiento Ikea.


El 15 de noviembre de 2006, más de 5.000 personas hacían cola ordenadamente (como siempre en Suecia!) bajo una nevada importante, esperando que las puertas del Ikea de Haparanda abrieran por primera vez. El éxito fue inmediato; al poco tiempo, la zona comercial de la orilla del río Torne atrajo muchas más tiendas: I-Huset, Haglöfs, Candy World ... muchas marcas descubrieron que el Ártico era un mercado fantástico! 


Pero era real el potencial económico que preveía el alcalde Sven-Erik Butch? Pues sí. Posteriormente al éxito del Ikea de Haparanda, se ha analizado el mercado que supone la población del Círculo Polar Ártico. Después de la experiencia del Ikea, sin embargo, los estudios de mercado no se ciñen a un solo país, sino que analizan toda la población de la zona, tanto si son suecos, finlandeses, noruegos o rusos. Y así, los estudios muestran que hay una población de casi 1,5 millones de habitantes ávidos de comprar, tal y como lo haría cualquier europeo, aunque tengan que recorrer largas distancias.Si uno mira el parking del Ikea de Haparanda, un día cualquiera, verá una diferencia respecto a los Ikea del resto del mundo: está lleno de una gran cantidad de autocares. Y es que desde todos los rincones del Gran Norte salen autocares para poder comprar en Ikea. Muchos de ellos salen a primerísima hora de la mañana para recorrer más de 400km, comprar en Ikea y las tiendas de alrededor, y vuelven a destino ya de madrugada. Parece un locura, pero un Ikea ha sido capaz de revitalizar la economía de dos ciudades y detener el despoblamiento. 


Eh! Y las dos Nocheviejas? Es muy sencillo: Tornio-Haparanda son de las pocas ciudades (bueno, yo no conozco otras) que están separadas por una frontera ... y en dos husos horarios diferentes! Pues sí, mientras que Suecia tiene la hora CET (Tiempo de Europa Central, o UTC+1), Finlandia está en el huso EET (Tiempo de Europa del Este, o UTC+2). Y esto hace que cada verbena de fin de año, la gente tenga por costumbre celebrar las 12 campanadas primero en Tornio para, tranquilamente, cruzar la frontera y volver a celebrar el fin de año, una hora más tarde, en Haparanda! 


Como habéis podido ver, la relación entre Tornio y Haparanda es muy estrecha, y cada vez lo es más. Poco a poco han ido compartiendo servicios municipales, instituciones y escuelas e, incluso comparten un campo de golf en medio de la frontera. Ahora sin embargo, han decidido dar un paso más, y volverse a convertir en una sola ciudad. Y como se llamará la nueva ciudad? Tornio o Haparanda? Pues de ninguna de las dos maneras; haciendo alarde de una gran creatividad, ambas ciudades han decidido rebautizarse (oh, dios mío!) como EuroCity! 

martes, 23 de agosto de 2016

Un rescate a -60ºC

Si alguien tiene una emergencia médica, la reacción lógica es llamar a una ambulancia. En un pueblo pequeño, en el peor de los casos, la ambulancia tendrá que venir desde una población más grande. A la postre, pueden suponer entre 5 y 15 minutos de espera. Pero, ¿qué haces si realmente necesitas una ambulancia y estás en el Polo Sur en pleno invierno austral?

Hace unas semanas se dio a conocer el intento de rescate médico que se había realizado para evacuar dos trabajadores de la estación Amundsen-Scott situada exactamente en el Polo Sur geográfico. Quiero hacer notar que estos días, en el hemisferio norte, se está disfrutando de los días más largos del año y, por tanto, en el Polo Sur, están en pleno invierno austral. Es decir, 24 horas de absoluta oscuridad y, la sensación que, si estás a -50ºC, estás en plena ola de calor.

Pero antes de explicaros como se ha tenido que hacer la evacuación de los dos enfermos, permitidme que os cuente cómo es la vida en la estación Amundsen-Scott.

El primer edificio de la base Amundsen-Scott se construyó, exactamente en el Polo Sur geográfico en 1956. La base, obviamente, lleva el nombre de las dos primeras expediciones que llegaron al Polo Sur: la primera, la del noruego Roald Amundsen, y la segunda, del capitán Robert Falcon Scott que, además de perder la carrera por ser el primero, terminó en desgracia, muriendo todos los componentes de la expedición de hambre y frío en la travesía de vuelta.



Tras sucesivas ampliaciones, demoliciones y remodelaciones, actualmente la base está formada por un edificio principal (de color gris, en primer plano en la foto), y toda una serie de pequeños edificios auxiliares que hacen las funciones de laboratorios, talleres, ... si os fijáis en la imagen, en un primer plano justo por delante del edificio principal, se ve un pequeño semicírculo formado por lo que podrían parecer palos o estacas. De hecho, son las banderas que rodean el punto exacto que, en ese momento, ocupa el Polo Sur Geográfico. Y digo "en ese momento" porque la Base está situada sobre un glaciar gigante que se mueve unos 10 cm. cada año. Así pues, de vez en cuando, hay que desmontar el tinglado de las banderitas y reubicarlo en el lugar correcto.



El edificio actual, el de color gris de la foto, es bastante peculiar. Veis que está suspendido sobre una especie de pilares? Aquí lo podréis ver mejor:


Estos pilares son hidráulicos y se pueden levantar hasta veinte centímetros. Como el hielo se mueve, podría haber asentamientos diferentes a lo largo del edificio. Cuando esto ocurre, se alarga o se disminuye la altura de un pilar y ya está el problema resuelto.

El otro punto curioso es esta parte inferior del edificio que hace pendiente (justo por encima de la cabeza de los pilares). Está pensado para que, cuando sopla el viento, el aire se vea obligado a desviarse hacia abajo del edificio. Al hacer este recorrido, el viento se acelera y este hecho ayuda a limpiar la nieve recién caída del espacio bajo la base. Debéis pensar que el Polo Sur tiene un clima muy seco (está muy lejos del mar), y sólo nieva unos 20cm al año. Pero esta nieve no desaparece nunca; siempre se acumula. Si no se intentara evitar la acumulación de nieve bajo el edificio, en pocos años quedaría enterrado!

La base dispone de todo tipo de comodidades para los casi 200 habitantes del verano, y los 50 del invierno: gimnasio, campo de deportes, biblioteca, sala de juegos, cine, invernadero. Se podría decir que no se está tan mal ...

Una habitación típica de la base

La tienda, donde se puede comprar ropa, comida, golosinas, alcohol y dónde, además, se puede alquilar DVDs.

El Campo de deportes también sirve como sala de actos.

El comedor, con la decoración navideña... durante el verano antártico

Aquí tenéis un video que us hace un recorrido por la Base Amundsen-Scott:





Las condiciones de vida, sin embargo, son duras. Y más para las cincuenta personas que se quedan en la estación durante el invierno. La temperatura media durante los meses de abril a septiembre es de.... -60ºC. Y esto sólo es la media, porque es fácil bajar de -70ºC (el récord registrado nunca en la base fue de -82,8ºC). Queréis ver cómo hay que vestirse para estas temperaturas? En este vídeo os lo muestran:





Pero el frío no es lo peor (sí, ya sabéis que, en este blog, el frío nunca es el peor problema). Lo peor es que, durante el invierno antártico, en la estación Amundsen-Scott disfrutan de 6 meses seguidos de noche y oscuridad absolutas. Pues sí, este es el único punto de la Tierra donde, cada año, sólo tienen una puesta de sol, y un amanecer. Es decir, que cada año, hacia mediados de marzo, el sol se pone y ya no vuelve a salir hasta mediados de septiembre. El 21 de septiembre, el primer día que sale el sol, se quedará permanentemente en el cielo hasta el siguiente mes de marzo.


Fantástico! Temperaturas de -60ºC y oscuridad absoluta. Pero absoluta .... absoluta! Aquí no hay contaminación lumínica en 2.000km a la redonda. Para los 50 valientes que se quedan a "hibernar", el reto psicológico es bastante duro. Además, están casi totalmente incomunicados a excepción de internet y el teléfono. Básicamente, los "hibernantes" son trabajadores que hacen el mantenimiento de la base, y algunos científicos que necesitan realizar sus estudios durante el invierno antártico.



Y como acabó el intento de rescate de los dos enfermos hace unas semanas? El primer problema que surgió fue de donde podían sacar un avión capaz de aterrizar en aquellas condiciones. Normalmente, la ruta la sirven aviones neozelandeses, pero sólo están preparados para volar en verano. Si querían encontrar aviones (y pilotos) preparados para ese vuelo, había que ir a buscar ... a Canadá!
 
Kenn Borek Air es, probablemente, una de las compañías aéreas más "extremas" del mundo. Están especializados en volar las rutas del ártico canadiense y disponían de dos aparatos Twin Otter especialmente preparados para temperaturas de -80ºC. Los dos bimotores despegaron de Calgary, en Canadá y, al cabo de un semana y de 16.500Km, uno de los dos aparatos aterrizaba en la estación Amundsen Scott donde recogió los dos enfermos. En el siguiente vídeo podéis ver las condiciones en que se realizó la evacuación:




A pesar de los pequeños inconvenientes que pueda tener pasar un invierno en la estación Scott-Amundsen, podéis creerme que, si me propusieran ir, mañana mismo estaría haciendo las maletas!

sábado, 19 de marzo de 2016

La guerra del whisky (y el Schnapps)

La legislación internacional establece que las aguas territoriales de un país se extienden hasta 12 millas náuticas (unos 22 Km.) de la costa de cada país. En el caso de los estrechos, como es el caso del Estrecho de Gibraltar, al estar las costas de uno y otro país tan cerca, el límite de las aguas territoriales se establece en el punto medio entre ambas costas. Pero, de quien sería una isla situada justo en este punto medio?

En el Estrecho de Nares, en el norte de Groenlandia, la línea que separa las aguas territoriales de Canadá y Dinamarca (de momento, Groenlandia aún es territorio danés) está a unas 10 millas de ambos lados. Y justo en ese punto medio está la Isla Hans, un trozo de roca que a penas llega a algo más de 1 Km. de punta a punta. Como podéis ver en la foto, y como es tradición en este blog, se trata de un lugar muy concurrido. Las poblaciones más cercanas son la base Alert de las Fuerzas Canadienses (el lugar habitado situado más al norte del planeta), y los pueblos de Siorapaluk y Qaanaaq en Groenlandia, todos ellos situados a más de 200 Km.


En los años 30, la Liga de las Naciones (predecesora de las Naciones Unidas) estableció que la Isla Hans pertenecía a los daneses. Pero los canadienses alegan que, al desaparecer esta institución, la decisión queda invalidada y, de momento, las Naciones Unidas no se han mojado.Durante los años 70, ambos gobiernos pactaron una lista de 127 puntos geográficos que delimitaban la frontera marítima entre los dos países en el estrecho de Nares. Pero entre los puntos 122 y 123 decidieron no dibujar ninguna línea y, por tanto, no delimitar la frontera: era la Isla Hans.

Pero no penséis que la cosa se queda ahí. La tensión entre ambos países es muy fuerte y, hasta podríamos hablar de uno de los puntos calientes de la geopolítica mundial: en una muestra de violencia descontrolada, cada año se repite un enfrentamiento entre las fuerzas armadas canadienses y danesas.Cada mes de agosto, el ejército canadiense lleva a cabo unas maniobras militares en la zona de la Isla Ellesmere. Cuando pasan cerca de la Isla Hans, desembarcan unos cuantos soldados, retiran la bandera danesa, izan la canadiense y, junto al mástil dejan una botella de whiskey canadiense con el mensaje: "Bienvenidos a Canadá". El ejército danés no se queda atrás en el uso desproporcionado de la fuerza y, cada primavera, envían un destacamento a la Isla Hans que se encarga de descolgar la bandera de Canadá, colocar la danesa, se beben el whiskey y depositan una botella de Schnapps con un cartel que dice: "Estáis en territorio de Dinamarca".


La máxima tensión, sin embargo, ocurre cuando buques de las armadas danesa y canadiense se cruzan por la zona: para atemorizar al enemigo, cada barco .... iza una bandera de su país!Está claro que la conocida como "Guerra del Whiskey" se limita al intercambio de botellas de licor porque el objeto en disputa, la Isla Hans, sólo es roca; roca desnuda, inhóspita y gélida. Durante los años 80, sin embargo, la empresa canadiense Dome Petroleum estuvo investigando en la isla. No encontraron, sin embargo, ni petróleo ni hidrocarburos. Queda patente, pues, que la pobre Isla Hans no tiene ningún valor; bien, sí, el de una botella de whiskey y una de schnapps al año.

Pero las disputas sobre la Isla Hans no se limitan a Canadá y Dinamarca. Desde hace unos años, en internet ha aparecido un misterioso "Frente de Liberación de Hans Island". El movimiento independentista está liderado por dos hombres misteriosos, ... Hans y Hans.



El último acto reivindicativo del Frente de Liberación de Hans Island ha sido proponer que, ante el expansionismo de Rusia en el Ártico, Papá Noel se traslade a vivir a Hans Island. "Así evitaremos" dicen Hans y Hans, "que el pobre Santa Claus se vea forzado por los rusos a regalar, únicamente,  vodka, piezas de repuesto de coches LADA y números antiguos del diario Pravda!"