Supongo que a más de un lector, la idea de pasar un sábado en Ikea le debe provocar un ataque de ansiedad y la irrefrenable necesidad de huir. A mí mismo, pese a mi pasión por todo aquello que sea sueco, se me hiela la sangre cuando mi mujer me dice resignada: "Este sábado, me temo que tendremos que pasar por Ikea". Riadas de gente, niños que corren por entre las mesas "Bjursta" y las camas "Sultan", matrimonios discutiendo si es mejor un sofá "Ektorp" o un "Beddinge", ...
Pero qué tienen que ver con un lugar remoto y aislado unos almacenes Ikea llenos de gente? Quizá para vosotros, la tienda de muebles sueca es una pesadilla, pero hay quien lo considera el mejor de los destinos!
Pero qué tienen que ver con un lugar remoto y aislado unos almacenes Ikea llenos de gente? Quizá para vosotros, la tienda de muebles sueca es una pesadilla, pero hay quien lo considera el mejor de los destinos!
En el extremo norte del golfo de Botnia, en el mar Báltico, la península escandinava se une al continente europeo. La frontera entre Escandinavia (Suecia) y el continente (Finlandia) la marca el río Torne que, desde la costa, serpentea directo hacia el norte, hasta los alrededores de Kiruna (véase el primer post de la serie). En el mismo punto donde el río Torne desemboca en el Báltico, hay una ciudad; bueno, en realidad son dos ciudades; no, va, dejémoslo en sólo una. La población de la orilla este del río se llama ... Tornio (viva la originalidad!) y pertenece a Finlandia. La población de la orilla oeste pertenece a Suecia y se llama Haparanda (los suecos sí son creativos!).
Os comentaba el hecho de si era una o dos ciudades porque inicialmente se trataba de un solo núcleo de población. Durante muchos siglos, Finlandia formaba parte del reino de Suecia y la ciudad de Tornio (en finlandés) o Torneå (en sueco) era una próspera ciudad, capital de todo el comercio con la Laponia. Incluso, hay algunos historiadores que afirman que, durante el siglo XVII, fue la ciudad más rica de Suecia, a pesar de sus escasos medio millar de habitantes.
La derrota de Suecia en la guerra contra Rusia, en 1808, provocó que Finlandia pasase a manos de los rusos. Y por expreso deseo del Zar Alejandro I, Tornio quedó dentro del Imperio Ruso. Pero como la frontera se estableció en el río Torne, una pequeña parte de la ciudad quedó en el lado sueco. Y estos bautizaron las pocas casas que quedaron en sus manos, con el nombre de Haparanda.
La desidia rusa hizo que la antaño próspera Tornio cayera en la decadencia más absoluta; y la Haparanda vecina era demasiado pequeña como, por sí sola, poder prosperar. Con la independencia finlandesa de 1917, la situación no mejoró mucho, y no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que la economía de Tornio mejoró, especialmente gracias a la fama de la cerveza local, la Lapin Kulta.
La desidia rusa hizo que la antaño próspera Tornio cayera en la decadencia más absoluta; y la Haparanda vecina era demasiado pequeña como, por sí sola, poder prosperar. Con la independencia finlandesa de 1917, la situación no mejoró mucho, y no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que la economía de Tornio mejoró, especialmente gracias a la fama de la cerveza local, la Lapin Kulta.
Pero no nos engañemos, entrado el siglo XXI, las dos poblaciones hermanas no ofrecían muchas posibilidades a los jóvenes. Mucha gente emigraba hacia el sur, tanto de Suecia como de Finlandia, a estudiar o en busca de un trabajo mejor. Y este despoblamiento no sólo ocurría en la ciudad; todo el entorno se iba despoblando.
A principios de los años 2000, el alcalde de Haparanda, Sven-Erik Butch, tuvo una idea. Podía parecer una idea loca para todos aquellos que viven lejos del Círculo Polar Ártico, pero para él, tenía todo el sentido. El alcalde logró contactar con Ingvar Kamprad, el propietario de Ikea, y sólo le pidió una cosa: "Coge un mapa de los países nórdicos, y ponlo boca abajo" le dijo Sven-Erik. De este modo, Kamprad se dio cuenta que, en esa zona, había una gran cantidad de población, repartida en cuatro países (Suecia, Finlandia, Noruega y Rusia), que no tenían acceso a ningún establecimiento Ikea.
El 15 de noviembre de 2006, más de 5.000 personas hacían cola ordenadamente (como siempre en Suecia!) bajo una nevada importante, esperando que las puertas del Ikea de Haparanda abrieran por primera vez. El éxito fue inmediato; al poco tiempo, la zona comercial de la orilla del río Torne atrajo muchas más tiendas: I-Huset, Haglöfs, Candy World ... muchas marcas descubrieron que el Ártico era un mercado fantástico!
Pero era real el potencial económico que preveía el alcalde Sven-Erik Butch? Pues sí. Posteriormente al éxito del Ikea de Haparanda, se ha analizado el mercado que supone la población del Círculo Polar Ártico. Después de la experiencia del Ikea, sin embargo, los estudios de mercado no se ciñen a un solo país, sino que analizan toda la población de la zona, tanto si son suecos, finlandeses, noruegos o rusos. Y así, los estudios muestran que hay una población de casi 1,5
millones de habitantes ávidos de comprar, tal y como lo haría cualquier
europeo, aunque tengan que recorrer largas distancias.Si
uno mira el parking del Ikea de Haparanda, un día cualquiera, verá una
diferencia respecto a los Ikea del resto del mundo: está lleno de una gran
cantidad de autocares. Y es que desde todos los rincones del Gran Norte salen autocares para poder comprar en Ikea. Muchos
de ellos salen a primerísima hora de la mañana para recorrer más de
400km, comprar en Ikea y las tiendas de alrededor, y vuelven a destino
ya de madrugada. Parece un locura, pero un Ikea ha sido capaz de revitalizar la economía de dos ciudades y detener el despoblamiento.
Eh! Y las dos Nocheviejas? Es muy sencillo: Tornio-Haparanda son de las pocas ciudades (bueno, yo no conozco otras) que están separadas por una frontera ... y en dos husos horarios diferentes! Pues sí, mientras que Suecia tiene la hora CET (Tiempo de Europa Central, o UTC+1), Finlandia está en el huso EET (Tiempo de Europa del Este, o UTC+2). Y esto hace que cada verbena de fin de año, la gente tenga por costumbre celebrar las 12 campanadas primero en Tornio para, tranquilamente, cruzar la frontera y volver a celebrar el fin de año, una hora más tarde, en Haparanda!
Como habéis podido ver, la relación entre Tornio y Haparanda es muy estrecha, y cada vez lo es más. Poco a poco han ido compartiendo servicios municipales, instituciones y escuelas e, incluso comparten un campo de golf en medio de la frontera. Ahora sin embargo, han decidido dar un paso más, y volverse a convertir en una sola ciudad. Y como se llamará la nueva ciudad? Tornio o Haparanda? Pues de ninguna de las dos maneras; haciendo alarde de una gran creatividad, ambas ciudades han decidido rebautizarse (oh, dios mío!) como EuroCity!