lunes, 20 de octubre de 2014

Kerguelen, la isla del viento



La travesía entre Ciudad del Cabo (Suráfrica) y Perth (Australia) supone navegar más de 6200 millas (10.000km) a través de los "Roaring Forties" (los Cuarenta rugientes), una zona de fuertes vientos del oeste situada entre los 40ºS y 50ºS, y que en la parte del Océano Índico hacen honor a su sobrenombre de rugientes mejor que en cualquier otro lado. La travesía no pasa cerca de ninguna isla o zona poblada excepto el Archipiélago Kerguelen aproximadamente a medio camino.




Las Kerguelen, o Islas Desolación, son un archipiélago formado por Grande Terre, una isla con el doble de extensión que la isla de Mallorca, y los más de 300 islotes que la rodean. El archipiélago forma un territorio de ultramar de la República Francesa, el TAAF, junto con las islas Crozet, Amsterdam, Saint Paul, las Esparses y la Tierra de Adelia en la Antártida. Lógicamente, el prefecto designado desde París, administra el territorio a distancia desde la tropical Isla de la Reunión. En la isla viven unas 50 personas durante el invierno y más de 100 durante el verano, todas ellas concentradas en Port-aux-Français.


La población la forman básicamente científicos y personal auxiliar que pasan normalmente 6 meses en la isla. El aislamiento suele durar 3 meses, que es el tiempo que tarda en volver el Marion Dufresne, el barco que transporta todo el material, víveres y cualquier cosa necessaria para poder vivir en las Kerguelen. De hecho, todo lo que hay en las Kerguelen ha sido transportado por el Marion Dufresne o alguno de sus predecesores. El mercante zarpa de la Isla de la Reunión cada trimestre con los suministros y los nuevos habitantes de Port aux Français que substituirán a los que ya han terminado su estancia. El viaje tiene muchos números de ser movidito; Cuando navegas por los "Cuarenta Rugientes" y te acercas a los "Cinquenta Furiosos" lo más probable es que el viaje se asemeje al que os muestro a continuación:





No es que yo sea un lobo de mar precisamente, más bien todo lo contrario, pero estaría dispuesto a aguantar esta travesía con tal de poder poner un pie en Kerguelen. Y no es imposible: De cada viaje se reservan algunas plazas del Marion Dufresne para los turistas. Si no me equivoco son 4 o 6 plazas, susceptibles de ser anuladas si hay alguna emergencia que requiera "el embargo" de las cabinas. Pese a todo, parece ser que la lista de espera para poder visitar como turista Port aux Français es, en estos momentos, de 3 años! La estada dura unos pocos días, en función de si el Marion Dufresne se queda anclado en Port aux Français, o debe desplazarse a algún otro punto del archipélago para dejar material. Durante la estancia, algunos de los "habitantes" de la isla actuan como guías improvisados, de forma que el visitante pueda conocer com se vive en la isla y que activitades se hacen.

Con los años, las comodidades en Kerguelen han ido aumentando. De hecho, si habeis visto la película "La cocinera del Presidente", en la que se explica la historia de Danièle Mazet-Delpeuch, cuando la protagonista deja de trabajar como cocinera del Presidente francès (en realidad era la cocinera de François Miterrand), se va trabajar como cocinera en una base científica francesa..... Si, así fué; durante 6 meses, los científicos presentes en Kerguelen, disfrutaron de las creaciones de una de las mejores chefs de Francia. Vale o no vale la pena, el viaje? En este video, aprovechando que la gente de la misión nº64 (2014) baila "Happy" de Pharrell Williams, podreis ver las instalaciones de la base de Port aux Français.



Pero no todo ha sido "Happy" en la isla. Desde su descubrimento, la isla ha servido de refugio para superviventes de naufragios, baleneros y algunos iluminados. Incluso, durante el s.XIX, alguien tuvo la brillante idea de dejar una pequeña colonia de conejos que pudiesen servir de alimento si algún marinero se veía obligado a refugiarse en la isla. Evidentmente, ahora los conejos han colonizado gran parte de la isla y están destrozando la flora autóctona. En el año 1893, el gobierno francés donó los derechos de explotación del archipiélago durante 50 años a los hermanos Bossière. Crearon la "Compagnie Générale des Îles Kerguelen" para intentar establecer explotaciones de ovejas y de obtención de aceite a base de grasa de foca. Fué un fracaso detrás de otro. Se introdujeron, a parte de los conejos, renos y ovejas pero no se consiguió nada aparte de alterar el ecosistema de les islas.

Los que si que se establecieron en la isla, pero a escondidas, fueron una expedición de la armada alemana durante la 1ª Guerra Mundial. Querían intentar vigilar y controlar los buques aliados que navegaban por el sur del Índico. Se establecieron en una granja con un pequeño destacamento en el otro extremo de la isla, bien alejados de Port aux Français y ahí se quedaron durante un par de años sin que nadie los detectase. Las condiciones de aislamiento fueron durísimas para aquellos hombres y para los perros que les acompañaban. Hace tan sólo 30 años, los descendientes de los perros que trajeron los alemanes todavía vivían, totalmente salvajes, por los alrededores de la granja alemana.

Cerca de esta granja está el que podría ser un de los sitios más espectaculares de la isla: L'arche des Kerguelen (El arco de las Kerguelen), una formación rocosa en forma de arco.






Hacia 1910, la parte superior del arco se hundió y, actualmente, sólo quedan en pie los dos pilares.


Para quien esté interesado en visitar las Kerguelen y disponga de tiempo y dinero, aquí teneis el enlace para el periplo del Marion Dufresne. Al módico precio de 8.300€ tendreis derecho a cabina compartida. Eso si, podreis visitar las Kerguelen (que vendrían a ser la gran metrópolis), la isla Crozet y la isla Amsterdam y, si hay suerte y el tempo acompaña, también podreis visitar la isla Saint Paul.
  

Las geografías remotas


Cuando yo era un niño, y aunque parezca imposible, vivíamos sin internet, me podía pasar horas delante de un mapa o un atlas. Era lo que le llaman "viajar sin moverse de la habitación". Memorizaba paises, capitales, mares y cordilleras y, de la mayoría de estos nombres, podía obtener cierta información en libros o enciclopedias. Pero había sitios que se mantienen ignotos, desconocidos y escondidos. Solo tenía el nombre y una localización...

Quien viviría en Tristan da Cunha? Como era Longyearbyen, en las islas Svalbard? Había escuelas en Grise Fjord? Como se llega a la isla Kerguelen? y ya puestos, porqué deberías querer ir?

Dutch Harbor, Lo Manthang, Pitcairn, Stromness, Ogasawara; sitios que evocaban solitud, aislamiento, normalmente climas duros y vidas igualmente duras.

Y la era de internet llegó! Para mi, que buscaba saber mas cosas de esos sitios remotos, y para sus habitantes, que querían conectarse al mundo y gritar: "Eh, estamos aquí". Se les abría un mundo de posibilidades, siempre que alguien se interese por la isla Norfolk, los Kelpers o los Zanskarpas. O sea que probablemente continuan tan ignorados como siempre pero, como mínimo, hay la posibilidad de tener acceso.

Espero mantener la constancia de alimentar este blog con entradas interesantes para los (supongo que pocos) que les puedan interesar las curiosidades de la geografía complementadas con rarezas cartográficas, e históricas.

Aunque ya han pasado años desde que soñaba mirando aquel punto del mapamundi de la pared en el que se leía "Kerguelen Is. (Fr.)", continuo siendo, básicamente, un viajero literario, es decir que por desgracia no he podido visitar estos sitios. Pero estoy preparado: barcos destartalados, aeródromos sin asfaltar... Miraré también de dar todos estos datos por si alguien (o yo mismo) se anima.

Y, evidentmente, si hay algún afortunado que ha visitado estos sitios o cualquier otro parecido y lo quiere compartir, estaré encantado de publicarlo.