jueves, 2 de abril de 2015

Vodafone, Don Isidro y Don Manuel

A veces, las acciones de responsabilidad social de las grandes multinacionales, aunque no resuelven grandes problemas, si que pueden suponer un cambio importante para una comunidad o un pueblo. Normalmente las empresas enfocan la responsabilidad social hacia un ámbito relacionado con su actividad para, de este modo, poder sacar un (a mi entender) lícito rendimiento como campaña de marketing y publicidad.

He aquí lo que hizo Vodafone:



¿A que es bonita y emotiva la historia? Pues es mentira!

Bueno, mentira del todo, no. Simplemente, que la gente de marketing de Vodafone ha cambiado la historia y se ha inventado lo que les ha interesado para hacérselo venir bien y hacer la historia más emotiva. Pero vayamos por partes: ¿Dónde estamos y de qué hablamos?

El Ayapaneco, conocido también como Zoque de Ayapa, pertenece a la familia de lenguas Mixezoqueanas, que se hablan en la zona de Oaxaca y Chiapas, en México. Parece ser que también formaba parte de esta familia la lengua que hablaba la gente de la civilización Olmeca hace más de 2.500 años.






Actualmente, de hablantes de alguna de las lenguas Mixezoqueanas, quedan menos de 400.000. Muchas de las lenguas ya han desaparecido y el Ayapaneco parece que está a punto de dar este paso. En 1971 quedaban 40 hablantes y, según la gente de Vodafone, ahora sólo quedan 2 hablantes que, además, no lo practican porque hace 20 años que no se dirigen la palabra! Estos dos hablantes son Don Isidro y Don Manuel, los protagonistas de la película.




La realidad, sin embargo, es que de hablantes de Ayapaneco, o, como ellos mismos lo llaman, Nuumte Oope (lengua verdadera) quedan más. De entrada el hermano pequeño de Isidro, Cirilo, también habla Ayapaneco, así como el primo y el hijo de Manuel, y que también se llama Manuel el uno, y José Manuelito el otro. Ya tenemos 5. Pero es que además, hay otros familiares y parejas de los hablantes que también hablan Ayapaneco, aunque no con fluidez. Por lo que parece, la agencia de publicidad llegó a un acuerdo con Cirilo y el primo Manuel para hacerlos "desaparecer", y los otros hablantes debían estar "escondidos" para dar protagonismo sólo a Don Manuel y Don Isidro .

Con esto ya se podía montar la película de la reconciliación y la nueva la escuela. El problema es que la escuela ya existía, los niños ya iban y Isidro y Manuel no habían dejado de hablarse.



Daniel Suslak es un lingüista de la Universidad de Indiana que lleva muchos años trabajando con las lenguas minoritarias de México conjuntamente con el INALI, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México. Ya en 2004, el INALI había puesto en marcha una escuela para enseñar Ayapaneco a los niños del pueblo de Ayapa. Los profesores eran Don Manuel y su hijo José Manuelito a los que, al cabo de unos años, se añadieron Don Isidro y su hermano. Con la llegada de Daniel Suslak y, especialmente de Rebeca Martínez en 2012, se empezaron a crear contenidos y libros de texto de Ayapaneco para niños y adultos. Las clases se hacían en un cobertizo que había detrás de la casa de Don Manuel.

Así pues, fue el INALI (que ahora están que trinan con Vodafone) quien arregló el cubierto que sirve de escuela. También fueron ellos quienes pagaron e hicieron todo el material didáctico y los muebles de las aulas. En 2013 organizaron el primer festival de lengua Ayapaneco. Vinieron representantes gubernamentales, hablantes de otras Lenguas mixezoqueanas, y los niños de la escuela de Ayapaneco recitaron textos, e hicieron juegos y danzas.



Los niños de Ayapa ya hacía años que aprendían Ayapaneco y no descubrieron nada nuevo gracias a Vodafone, tal como simula la película. Y entonces, ¿qué ha hecho Vodafone?

Cuando aterrizaron en Ayapa en 2014, la agencia de publicidad encargada del proyecto se puso a trabajar para "maquillar" la historia a su conveniencia. El primer paso fue convencer a Don Manuel y a Don Isidro que simularan su enemistad y filmar así una supuesta reconciliación gracias a "la ayuda inestimable" de Vodafone.

A continuación hacía falta un atrezzo: alquilaron un grupo de paletas para salir en la película haciendo parecer que construían una escuela. De hecho, lo único que hicieron fue repintarla. La bautizarían como "Escuela Don Manuel y Don Isidro" pero cuando el rodaje se terminó, la comunidad lo borró, ya que era un insulto a toda la otra gente que colaboraba.


Y finalmente se necesitaba un toque de "intelectualidad". Y la víctima propiciatoria fue el Profesor de Antropología de la Universidad de Stanford James A. Fox que, a pesar de ser un experto en lenguas Meso-Americanas y haber colaborado con el INALI, se avino a hacer el paripé de buen hombre blanco que aterriza en un pueblo indígena y con su bondad ayuda a los pobres indios a evitar su propia destrucción. Muchos lingüistas aún se preguntan cómo el Profesor Fox se prestó a este juego.

Lo más triste es que, en teoría, si pagas un euro, cualquier persona, por internet, puede adoptar una palabra o una frase en Ayapaneco, y convertirse así en el encargado de preservar esa palabra o frase. El equipo de marketing pidió que dijeran en Ayapaneco frases lacrimógenas del estilo "una chispa brilla en tus ojos" o "tienes un cabello muy bonito". El problema es que, en Ayapaneco, estas frases no tienen ningún sentido y así, lo que el pobre Don Manuel acabó pronunciando, en lugar de "tienes un cabello muy bonito", fue lo que más se parecía en Ayapaneco: "Tienes las plumas bonitas "!



Que nadie me mal interprete! Hay muchas acciones sociales que pueden combinar una ayuda real con una buena campaña de marketing. Pero hay que hacerlas bien. De hecho, en el ámbito lingüístico, Volkswagen, a través de su fundación, ha estado trabajando durante más de 10 años en la documentación de lenguas en peligro de extinción, y se ha convertido en una base de datos lingüísticos que ha donado al Instituto Max Planck. Una ayuda real, menos peliculera, pero útil, al fin y al cabo.

En esta página el Profesor Suslak explica la verdadera historia del Ayapaneco y los amigos de Vodafone!

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